jueves, 9 de agosto de 2012

Coaching para personas tóxicas (PT)

Releyendo reseñas, nos encontramos con un artículo de la Coach Carme Salvador, quien plantea de manera muy concreta y clara el tema de las personas tóxicas en los ambientes laborales y la forma como el Coaching puede incidir en lograr cambios positivos para ellas y para sus respectivos ambientes de trabajo. Incluso afirma que el coaching es una herramienta muy efectiva para tratarlas y también para aquellas personas que conviven con las personas tóxicas (PT).
Claro es que las denominadas personas tóxicas pueden influir muy negativamente los ambiente de trabajo, pero antes de generalizar en esta afirmación vale la pena hacerse tres preguntas fundamentales que Carme Salvador aborda y responde de forma puntual:
¿Cómo reconocer a una persona tóxica?
¿Cómo protegernos de sus ataques?
¿Cómo ayudarla?

¿Qué es una persona tóxica?
Salvador afirma que, así como un residuo tóxico contamina el medio ambiente, una persona tóxica contamina el ambiente relacional donde se mueve, ya sea en el ámbito familiar, social o laboral. De manera que cuando te relacionas con una PT te sientes inseguro, frustrado y con la moral por el piso.

Las PT necesitan hacer que los demás sufran a nivel emocional. Son personas muy hábiles y su impacto puede pasar desapercibido por quien no es contaminado con su influencia. Siempre esconden una gran inseguridad personal y mucha frustración, razón por la cual hacer infelices a los demás les aligera su propia infelicidad. Los efectos negativos que provocan las personas tóxicas les afectan tanto a ellos mismos como a la organización donde están.

Las personas tóxicas generan fuertes efectos negativos tanto para sí mismos como para la organización en la que están vinculados. Entre estos efectos encontramos:

Efectos negativos para la misma PT
Viven luchando constantemente.
Creen que para ellos ganar, otros tienen que perder.
Tienen sed de poder y control.
Insatisfacción constante.
Son víctimas de su mismo odio.

Efectos negativos para la organización
Las PT pueden generar en las personas que se relacionan con ellos depresión, angustia e incluso una baja laboral.
Clima laboral negativo, tensión, miedo e inseguridad.
Pérdida de rendimiento y productividad.

¿Cómo puede ayudar el coaching?
El coaching será una gran ayuda para la persona tóxica porqué se basa en crear, ante todo, una relación positiva y nutritiva a la que la PT no está habituada. en esta relación la persona podrá apoyarse en cinco aspectos básicos que pueden ayudarle a generar cambios positivos, protegiendo su propia integridad emocional y los efectos en el ambiente de trabajo. Estos aspectos son:

1. Conciencia. La PT tomará conciencia de su impacto negativo en los demás y en ella misma.
2. Responsable sí, culpable no. En el coaching se hace la distinción entre el comportamiento y la persona, de manera que una persona tenga un comportamiento inadecuado no significa que la persona sea inadecuada y esto abrirá un potencial importante de cambio para las personas tóxicas.
3. Atacar la causa. Será necesario explorar la causa que genera frustración e inseguridad a la PT para poder eliminarla. Y aquí es importante definir que se trabaja entonces atacando causas y no personas, de manera que esto permita descubrir en la persona tóxica una amplia gama de posibilidades y alternativas.
Compromiso. El diálogo amable y honesto del Coaching ayuda a que la PT se comprometa a cambiar con acciones concretas dentro de un Plan de Acción.
Inteligencia emocional. La PT aprenderá a gestionar sus emociones negativas eliminando la necesidad vital de herir a los demás.


Finalmente, Carme Salvador, propone 6 pasos para desarrollar adecuadamente un proceso de coaching con las personas tóxicas, con una periodicidad al menos quincenal, para avanzar secuencialmente de la siguiente forma:
1. Crear una relación de confianza y apertura entre el coach y la PT
2. Fase filosófica. Explorar el propósito de vida, principios y valores.
3. Fase analítica. Analizar desde la vulnerabilidad, la honestidad y la valentía la causa que genera comportamientos tóxicos (puntos fuertes y áreas de mejora).
4. Objetivos. Definir qué objetivos se quieren conseguir. Potenciar la responsabilidad y el compromiso.
5. Plan de acción. Para conseguir los objetivos establecidos se definen las acciones a realizar con fechas de ejecución.
6. Implantar el Plan de acción. Se revisan los aprendizajes que generan las acciones y se tratan los posibles obstáculos.

Claro es que el seguimiento es fundamental de manera que se sugiere realizar una sesión de "Refreshment” alrededor de los tres meses para apoyar a la PT en su evolución.
Seguramente leyendo todos hemos tenido contacto con personas tóxicas en los ambientes de trabajo (o incluso hemos tenido este tipo de comportamientos en alguna oportunidad remota o reciente). Y, aunque no somos amigos de las etiquetas y de las categorías, resulta de interés mirar que más allá de la etiqueta de Persona Tóxica (PT), lo que hay es una entidad, no tanto clínica, como de características organizacionales a las que es importante observar e intervenir en procura de la mejora individual y colectiva.
Es claro que desde la perspectiva del Coaching, el potencial de la persona y sus posibilidades de trabajar para ser cada día mejor persona, deben moverse de las etiquetas para descubrir las nuevas posibilidades de expresión del ser. Pero a pesar de la categoría, bien interesante y concreto resulta el aporte de Carme Salvador para apoyar los procesos de mejora en las organizaciones.
Eso si, es más que seguro que en otras esferas de la vida también nos encontramos personas tóxicas. ¿Cómo estamos actuando con nuestras parejas, con nuestros hijos, en nuestra cotidianidad, en nuestro quehacer como ciudadanos?


Por: María Díaz Galvis, Coach - OpciónCoaching.