Esta es la historia de un ciclista que pocos conocían. Aún cuando había logrado ganar algunos campeonatos nacionales e internacionales y su futuro parecía prometedor, no se había convertido en una persona de referencia en el mundo del deporte. Un día, le llegó una sorpresa negativa que le cambiaría la vida: le diagnosticaron cáncer testicular. Mientras que todos creían que este iba a ser el final de su carrera, él decidió que iba a ser el principio. Así fue como Lance Armstrong, después de haber sido diagnosticado con cáncer, ganó 7 veces El Tour de Francia, convirtiéndose en uno de los mejores ciclistas de la historia de la humanidad.
Me encanta el hecho que la mayoría de nosotros no habíamos escuchado hablar de Lance Armstrong hasta que tuvo cáncer testicular. De la misma manera sucede con todas las personas de éxito: Nunca habíamos escuchado de David, hasta que se enfrentó a Goliat. Nunca habíamos escuchado de Tomas Edison, hasta que intentó crear la bombilla eléctrica. Nunca habíamos escuchado de Nelson Mandela, hasta que tuvo que liderar un país.
Al igual que con estas personas, el tamaño de tu problema promete la grandeza de tu futuro. Nunca te desanimes por tus problemas, piensa en todo lo que habrás crecido una vez que los hayas superado. Cuando te enfrentes a tus cánceres o a tus Goliats, recuerda que después de haberlos superado serás una mejor persona tanto para tu bien como para el bien de las personas que te rodean. Y, quién sabe, tal vez termines haciendo historia.
Sigue viviendo con pasión en el corazón,
Stephan Kaiser
